Una de las problemáticas más habituales que se dan en las puertas de acceso a viviendas o comercios es la rotura de la cerradura por atascos. Esto suele implicar la necesaria sustitución de la pieza, con los costes que esto lleva asociado. Pero en la mayor parte de los casos se puede evitar con un mantenimiento habitual de la cerradura.
Lubricar la cerradura cada cierto periodo de tiempo es un buen método para proteger la cerradura de la puerta y evitar encontrarse con la cerradura atascada. y tener que pagar un por servicios de cerrajería.
La mejor forma de conservar una cerradura funcionando correctamente es lubricarla, al menos, una vez cada 6 meses.
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Mantenimiento de una cerradura para evitar atascos
La mejor manera de abrir una cerradura atascada o, todavía mejor, evitar atascos en la puerta es engrasar la cerradura de vez en cuando.
Sin embargo, la forma de engrasar las cerraduras debe realizarse siguiendo los métodos aconsejados por cerrajeros profesionales y no todo vale. Algunas personas utilizan fórmulas de lubricar cerraduras que no son del todo óptimas y que acaban siendo más perjudiciales que beneficiosas para las puertas.
¿Cuándo engrasar la cerradura?
¿Hay que lubricar la cerradura cada pocas semanas? ¿Existe un calendario fijo para realizar cuidados en la puerta? Estas son algunas de las personas que quieren mantener las puertas de acceso a sus viviendas o negocios en óptimas condiciones.
La respuesta más obvia para el sentido común: si la cerradura está atascada o se empieza a notar cierta resistencia al introducir o girar la llave, ese es el momento en el que hay que plantearse utilizar algún método de los aconsejados para restaurar todas las propiedades de la cerradura y devolverla a su estado inicial.
Formas de engrasar una cerradura
Existen diversas formas para engrasar la cerradura de un modo seguro. Lo más importante es utilizar métodos que no acumulen suciedad o exceso de grasa y terminen suponiendo un problema mayor. Estos son algunos de los más aconsejados:
Polvo de grafito
Para este método de engrasar la cerradura solo hace falta utilizar un lápiz de los de toda la vida. La mina del lápiz está hecha con grafito, que es un material que puede limpiar el mecanismo de la cerradura sin que esta se obstruya.
Para llevar a cabo esta técnica, basta con coger la llave de la cerradura a limpiar y un lápiz. Antes de introducir la llave, basta con rayar el lápiz sobre las distintas estrías de la llave.
Una vez que se ha hecho esto durante un par de minutos, basta con introducir la llave normalmente en la cerradura y dar varias vueltas al cerrojo. Los resultados son prácticamente inmediatos.
También se puede comprar el grafito en polvo directamente en tiendas especializadas.
Productos lubricantes
Utilizar productos lubricantes, aceites y vaselinas es, obviamente, la forma de engrasar cerraduras más recomendada. En este sentido, los cerrajeros profesionales recuerdan que no sirve cualquier producto, ya que un aceite no indicado para puertas puede ser más un problema que una solución.
Siempre se recomienda utilizar un spray recomendado para la limpieza de cerraduras. Basta con aplicar en la propia cerradura e introducir una llave para dar varias vueltas al cerrojo.
Estos son dos de los métodos más utilizados a nivel casero para evitar averías en las cerraduras. Con cualquiera de ellos se puede lubricar la cerradura y reparar una cerradura atascada en un tiempo récord y sin apenas esfuerzo ni desembolso económico. Si el problema es algo más complejo, lo mejor consejo es contar con ayuda de cerrajeros profesionales para solucionar la incidencia.